Las murallas y los campos de lavanda de Brihuega.
Un placer para los sentidos, los campos de lavanda de Brihuega.
En el mes de julio, Brihuega aumenta su número de visitantes ya que en este mes se produce el espectáculo de la lavanda.
Además de contemplar estos inmensos campos morados, Brihuega es conjunto histórico-artístico de carácter nacional con fecha 19 de mayo de 1973 e incluso tiene el estatus de Bien de Interés Cultural, en la categoría de conjunto histórico.
Su origen se sitúa en un poblado celtíbero llamado Brioca y de ahí derivo a Brihuega.
Fue el monarca Alfonso VI quien conquistó Brihuega a los musulmanes en 1085 y un año después se lo cedió al arzobispo Raimundo de Toledo.
Fue en el siglo XIII cuando otro arzobispo, Rodrigo Ximénez de Rada concluyó las murallas y que en 1242 concedió fuero a Brihuega.
Una época en la que se produjo un máximo esplendor de la ciudad.
Las murallas protegieron a Brihuega más de 5 siglos.
La muralla nació en los muros de un jardín llamado «El Paraíso», llegaba a la puerta de San Miguel, después a la Rotonda de la Real Fábrica, continuaba por San Felipe, la Cadena, el Argollón, el Portillo y Cozagón hasta llegar al Castillo.
Tuvo 5 puertas y recorría 1750 metros con una anchura de 1,90m y una altura de 5m.
Fue construida con piedra caliza y argamasa y por ella entraron reyes y guerreros.
En la actualidad existen 5 cubos redondos y 1 cuadrado y se conservan grandes lienzos en la zona N y NE.