- Activado 05/10/2019
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- Etiquetas: hayedo, iglesia, parque natural, románico, rural, tejera negra
Ruta Guiada al Hayedo de Tejera Negra y Ruta del Románico Rural.
Ruta Guiada al Hayedo de Tejera Negra y Ruta del Románico Rural
La visita guiada al Hayedo de Tejera Negra y al Románico Rural en la provincia de Guadalajara iba a ser muy completa.
Quedé en Cogolludo con el grupo que venía de Madrid y después de un rico desayuno en la villa ducal, salimos dirección al Hayedo de Tejera Negra donde pasaríamos toda la mañana y a la hora de comer debíamos ser puntuales porque teníamos reservada la comida en un restaurante de Cantalojas.
Durante el viaje en autobús hasta nuestro destino estuve explicando cada pueblo por donde pasamos, sus costumbre, monumentos y cultura siendo muy ameno el viaje.
Desde Cogolludo tomamos la carretera hacia Veguillas-Galve de Sorbe y Cantalojas hasta llegar a nuestro destino.
El aparcamiento interior del parque no admite autobuses de más de treinta y cinco plazas así que la visita guiada se preparó sin exceder ese número de personas habilitadas para entrar al parque y con un microbús para poder transitar sin problemas.
El Tejera Negra es uno de los hayedos más meridionales de Europa y forma parte del Macizo de Ayllón.
El Hayedo de Tejera Negra fue declarado sitio natural de interés general en 1974 y en 1978 fue declarado parque natural y fue ampliado en el año 1987.
No obstante, se derogó la anterior declaración de parque natural ya que el 22 de marzo de 2011 se creó el parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
En 2017 fue declarado patrimonio de la Humanidad.
En el hayedo hay dos rutas circulares: la ruta de las Carretas (6 kms) y la Senda del Robledal (17 kms con posibilidad de enlazar y continuar por la de las Carretas).
Lo recorren los ríos Lillas y Zarzas y la masa forestal de hayas ocupa una extensión cercana a las 400 hectáreas.
Con el día tan completo que teníamos optamos por la ruta de las Carretas parando en cada lugar que por su belleza o por su interés así lo requería.
Empezamos desde el aparcamiento, cogimos la senda que transcurre a la orilla del río Lillas y llegamos a la carbonera, una estructura tradicional apilada de leña cubierta de hojarasca. Su nombre viene de que antiguamente se utilizaba para obtener carbón.
El paisaje que vimos fue precioso, la naturaleza coloreaba el hayedo de cientos de tonalidades y era en estos momentos, en otoño, la época más bonita para visitarlo.
Colores ocres, rojos, verdes hacen que sea un verdadero placer para la vista. Tejos, acebos o abedules acompañan a las hayas en este territorio.
A partir de aquí el camino se hacía más empinado y tuvimos que dosificar nuestros esfuerzos para llegar sin cansancio hasta el mirador, en la pradera de Matarredonda donde tomamos un aperitivo para reponer fuerzas y seguir por un bosque con mucha sombra y donde vimos una gran variedad de setas, principalmente el boleto.
Llegamos en grupo, unos más cansados que otros pero muy satisfechos por haber acabado todos la ruta y con hambre ya que el paseo había abierto el apetito.
Se tiraron la bolsas que llevamos para el bocadillo y el refresco en el primer contenedor destinado para basura una vez efectuada la visita.
Desde aquí fuimos a comer a Cantalojas .Después de yantar una magnífica comida en el restaurante elegido, recorrimos este pueblo , expliqué que en una semana, el 12 de Octubre, la población se multiplica ese día ya que se celebra la Feria de Ganado y llega mucha gente para asistir a este tradicional evento.
Desde aquí partimos a Villacadima (entramos en el interior de la iglesia de San Pedro, siglo XII con una sola nave aunque se amplía el templo en los siglos XV-XVI pasando a tener tres naves y la torre de planta cuadrada, siendo la última reforma de Francisco Blas en 1649 sobre levando las cubiertas y construyendo el artesonado mudéjar).
La mayoría de las viviendas están en ruina aunque se han construido o reformado algunas casas utilizadas principalmente para el verano o fines de semana. Me dio tiempo a saludar a un matrimonio conocido que vive parte del año en este pueblo y otra parte del año en Madrid.
Y llegamos al lugar de España donde el aire es más puro y limpio y el tercer lugar del mundo donde se respira mejor, Campisábalos.
Sólo por delante de este pueblo aparecen Muonio en Finlandia y Norman Wells en Canadá.
En Campisábalos les encantó la iglesia de San Bartolomé del siglo XII y adosada en el tramo occidental de la fachada sur vimos la capilla de San Galindo y en su muro exterior expliqué el mensario o calendario agrícola que gustó mucho. En las reformas del siglo XVII se adosó la sacristía en la fachada norte tramo este.
La gente lo estaba pasando bien ya que llegaron cantando en el autobús a Albendiego. Dimos el paseo que hay hacia la iglesia románica de Santa Coloma escondida entre la arboleda a unos 400 metros de la aldea y cuando la vieron se quedaron muy sorprendidos y me empezaron a hacer preguntas.
Expliqué la iglesia tanto en su exterior como en su interior construida en el siglo XII y reformada en el siglo XV (generalmente está cerrada), hicimos la foto de grupo característica en este bello paraje y volvimos hacia Guadalajara quedando pendiente otra visita guiada en Atienza y Sigüenza.
Tejera Negra Villacadima