- Activado 15/03/2021
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- Etiquetas: aperitivo, cabrito, calatravo, castillo calatravo, cogolludo, convento, muralla, palacio, plaza mayor, terracita, vino
Visita gastroturística en Cogolludo.
Visita gastroturística en Cogolludo.
Este pasado sábado 13 de marzo confiaban mucho en Guiarteguadalajara cinco amigas que querían pasar un día especial en Cogolludo.
¡¡¡¡Yo soy de Cogolludo, mis antepasados son de Cogolludo y yo tengo la suerte de ser Guía Oficial de Turismo y poder enseñar la Historia, el Arte, la Cultura, la Gastronomía, las Tradiciones y todos los Secretos de Cogolludo!!!!
Por eso, diseñé un itinerario exclusivo para lo que me habían pedido.
El día amaneció espectacular, un cielo azul y un sol sobre la villa que aumentó las ganas de ver cultura e historia siempre de la manera más amena y empatizando mucho con los visitantes.
Al llegar la la gran Plaza Mayor de Cogolludo, desayunamos fuerte para empezar una jornada intensa.
Cronológicamente subimos al castillo calatravo y desde su cima además de observar el hermoso paisaje, les hablé de esta fortaleza árabe que estuvo en manos de la orden de Calatrava durante 201 años y hoy vemos su silueta romántica en lo alto, vigilante ante cualquier peligro, recordando todavía como los franceses en la guerra de la Independencia dinamitaron sus muros.
Acto seguido y estando junto a la iglesia de Santa María de Cogolludo, les expliqué el templo exteriormente y al entrar se llevaron una sorpresa porque no se imaginaban lo bonita que es.
Además de contarles anécdotas muy divertidas y comentarles toda su historia, vimos el cuadro de José de Ribera «lo Spagnoletto», titulado «Los Preliminares de la Crucifixión de Cristo» expuesto en la nave del evangelio de esta iglesia de Santa María de Cogolludo.
Me comentaron que dónde estaba el cuadro antes del robo de 1986 y que les contara como sucedió y cuando acabé se mostraron muy sorprendidas de la explicación.
Me gustó que fueran preguntando mucho porque eso era síntoma de que estaban interesadas en lo que les estaba contando.
Una vez que salimos de este templo consagrado en 1597, nos fuimos a la iglesia cercana de San Pedro de Cogolludo, siendo su elevada torre dividida en cuatro cuerpos por molduras con sus siete aspilleradas ventanas que dan luz a la escalera de caracol de subida al cuerpo de campanas, lo que más les gustó.
Pasada la una del mediodía me pidieron tomar el aperitivo, momento en el que nos sentamos muy plácidamente en la terracita ubicada junto a las puertas del ayuntamiento.
El descanso de la mañana fue acompañado con vino, cerveza y un muy buen aperitivo volviendo a incorporarnos brevemente al itinerario previsto y digo brevemente porque nos esperaba el cabrito que íbamos a comer en esta ocasión en el restaurante Saboya.
Antes del cabrito, comimos unas deliciosas raciones de sepia, migas con uvas y torreznos.
A este suculento plato de Cogolludo, regado con el breve para que el cabrito esté más tierno y jugoso, le acompañaron dos ensaladas.
Qué decir de la cara de los comensales cuando probaron tal placer para el gusto!!!!
Los postres, tarta de zanahoria y los cafés, los tomamos en la terraza y después de una buena comilona y un excelente trato y servicio, nos dirigimos de nuevo a la plaza mayor para entrar en el primer monumento renacentista de España, el Palacio de los Duques de Medinaceli!!!!
Primeramente, expliqué la fachada y la carta que envió Cristóbal Colón al duque de Medinaceli, sobrino del Cardenal Mendoza que es el primer documento escrito que llega a Castilla dando noticias de la vuelta del Almirante de las Indias Occidentales, es decir de que había descubierto un nuevo continente.
Una vez dentro de este lujoso edificio en otros tiempos, vimos el zaguán, patio de armas, patio de servidumbre, patio donde se ubicaba el estanque y el patio de paseo de los duques.
Desde aquí subimos a la planta superior donde se encuentra el salón rico y quedaron admirados de la chimenea monumental que posee esta estancia.
Lo que más les gustó fue salir al balcón y desde allí, admirar todos los monumentos y el paisaje de Cogolludo sintiéndose de verdad como auténticas duquesas.
Pero aquí no acabó la visita guiada, nuestra ruta guiada continuó bordeando la muralla renacentista y viendo el exterior del convento carmelita y franciscano.
Antes de que cerraran las tiendas aprovecharon a comprar productos típicos y vino de Río Negro y con una sonrisa por el buen día que habían pasado en Cogolludo volvieron a sus domicilios habiendo sido un placer tener a estas cinco amigas como turistas de mi pueblo.